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La cocina con microondas

En la vida actual, uno de los factores predominantes es la falta de tiempo que afecta a todo el mundo, especialmente al ama de casa.

No hay duda alguna de que la inmensa mayoría de los hogares disponen de electrodomésticos que alivian, extraordinariamente, los trabajos propios de la casa.

La cocina con microondas

Este es el caso de los microondas, que permiten descongelar o cocinar en muy poco tiempo sabrosos y apetitosos platos, como una paella de marisco, con lo que el ama hogareña consigue realizar su tarea diaria desahogadamente y poder disponer, para sí, de parte de su tiempo.

Es indudable que el tiempo en la cocina se acorta sensiblemente con la ayuda del microondas, aparte de que siempre puede solventar satisfactoriamente situaciones inesperadas, como cenas improvisadas, visitas familiares, etc.

Quizás tienes curiosidad por saber cómo funciona un microondas. Es una curiosidad muy sana porque, entre otras ventajas, los microondas ayudan a conservar las vitaminas y sales minerales de los alimentos.

El principio científico de los microondas radica en las ondas. Ondas como las de la televisión o de la radio, pero que en esta ocasión, las vamos a utilizar para cocinar. Utiliza las microondas para hacer vibrar las moléculas del alimento muy rápidamente, y que con la fricción resultante se produzca calor, y como consecuencia, que se caliente lo que hay dentro.

¿Por qué utilizar un microondas para cocinar?

Al utilizar un microondas, hay que tener en cuenta que, aunque son aptos muchos recipiente y materiales, no valen todos.

Los materiales metálicos, o con asas metálicas no sirven para el microondas, ya que tienen que ser materiales transparentes a las microondas, ya que las ondas atraviesan el recipiente para llegar al alimento, y esto no se produce en los recipientes metálicos.

Se pueden utilizar el plástico, el papel, el vidrio, la cerámica, el gres, el barro barnizado y la porcelana. Si no estás seguro de que un recipiente se pueda meter en el microondas, haz lo siguiente: introduce el recipiente en el microondas, y al lado pon un vaso con agua. Ponlo a máxima potencia durante 1-2 minutos. Comprueba el recipiente, si está templado y no quema, es que se puede utilizar para el microondas. En cambio, si el recipiente está más caliente que el agua, no lo utilices dentro del microondas.