En invierno, los platos de cuchara son los reyes del menú. Guisos, potajes, caldos, sopas y legumbres reconfortantes que calientan el cuerpo con solo probarlos. Tienes varias opciones a probar, como las webs http://potajedegarbanzos.org y http://judiasblancas.com, o seguir nuestras dos recetas de hoy.
Pochas con almejas y gulas
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
PASOS
Olla podrida
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
PASOS
La técnica villaroy no es más que una salsa bechamel que recubre a una carne y que luego se empana y se fríe. El nombre de la salsa se debe al Marqués de Villeroy.
Con esta elaboración, se pueden crear pechugas o costillas a la villaroy, una carne suficientemente firme como para que la bechamel no se rompa en el cocinado.
Hay que comer pescado de dos a tres días a la semana, lo cual puede resultar difícil, pues se nos acaban las ideas de cómo prepararlo para que no resulte siempre igual. Para darte un poco de inspiración, hoy hemos recreado dos recetas con pescado que resultan infalibles.
Este postre es muy tradicional en el sur. Es muy similar a un flan, sobre todo en el aspecto, pero los dos postres están hechos con componentes diferentes. Mientras que el flan se hace con huevos, leche o nata (generalmente ambos), el tocinillo de cielo solo lleva yemas de huevo, azúcar y agua.
Aunque sus ingredientes pueden sonar demasiado simples, su combinación se transforma en una crema muy ligera y blanda, mucho más ligera que un flan tradicional, con un tacto increíblemente suave en la boca.
El postre tiene su origen en Jerez de la Fronteta, una ciudad especializada en Jerez, y las claras de huevos se utilizaban para aclarar el Jerez. Esto llevó a un exceso de yemas de huevo disponibles para cocinar.
El plato se originó como una manera de usar las yemas de huevo sobrantes, y sigue siendo una manera maravillosa de utilizar las yemas de huevo que sobran.
Para aromatizar el tocinillo de cielo, he usado una rama de canela y una cáscara de limón, pero tu puedes utilizar lo que quieras.
Seguro que este postre está entre unos de los dulces más solicitados en este artículo sobre repostería.
Ingredientes necesarios
Modo de elaboración
En un cazo, mezcla el azúcar con el agua, la rama de canela y la cáscara de limón. Caliéntalo a fuego medio-bajo, revolviéndolo regularmente hasta que empiece a tornarse en un almíbar de color ámbar.
Si es necesario, pasa el almíbar por un colador y deja que enfríe.
Calienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo sin ventilador.
En un recipiente grande, bate las yemas hasta que estén bien espumosas. Mezcla poco a poco el almíbar con las yemas hasta que se combinen bien.
Vierte la mezcla de yema de huevo en varios moldes pequeños, dividiendo el contenido de manera uniforme.
Pon los moldes encima de una bandeja para horno e introdúcelo en el horno. Con cuidado, vierte agua caliente en la bandeja para el horno, asegurándote de que el agua llega a la mitad de los moldes con la mezcla.
Hornéalo durante 40-50 minutos, hasta que se cuaje el tocinillo. Para comprobar que se ha hecho del todo, introduce un cuchillo en el centro de uno de los tocinillos, al salir, debe estar limpio.
Con cuidado, saca los moldes del baño María, y deja que se enfríen a temperatura ambiente. Cúbrelos con papel de film y mételos en el frigorífico durante al menos 2 horas, hasta que estén completamente fríos.
Para servir, desliza un cuchillo alrededor del borde del molde e inviértelo sobre un plato de servir.
El solomillo a la pimienta es un clásico que nunca pasa de moda. El corte del solomillo es lo más tierno y apreciado de la carne, es por eso que apenas necesita acompañarse de una salsa para que brille.
Es importante no pasarse de cocción, ya que acabará como una suela de esparto de lo seco que estará.
Este plato o gusta o no gusta, pero no hay término medio. Muchos lo ven cómo todo un placer gastronómico, mientras que otros no sienten más que asco.
Lo cierto es que su elaboración es bastante laboriosa, pues hay que limpiarlos muy bien antes de cocinarlos. Paciencia y más paciencia es lo que vas a necesitar, además de estos ingredientes.
El flan. Ese postre tan simple que siempre queda bien. Leche, huevos y azúcar, no precisa más ingredientes para deleitar los paladares más exquisitos.
Es tan versátil, que se puede aromatizar con aromas, extractos, cáscaras de frutas o especias para que no sea siempre igual.
No siempre es fácil encontrar recetas vegetarianas nuevas y originales, y que resulten sabrosas. Por eso, quiero compartir con vosotros esta nueva creación propia, una ensalada de lentejas, con remolacha, cebolla y queso feta. Poe encima está decorado con unos huevos fritos (se puede omitir en el caso de los vegetarianos que no comen huevos.
Aunque la combinación parezca sin pies ni cabeza, basta con probarlo para darte cuenta de que tiene mucho sentido, y que está deliciosa. La clave está en la salsa de mostaza y miel que se añade. Realmente es otra receta de lentejas con verduras con un toque dulce (por el aderezo) y salado (por el queso feta).
INGREDIENTES
Para la ensalada:
Para la salsa:
PREPARACIÓN
Se calienta el horno previamente, sin ventilador, con calor por arriba y abajo, a una temperatura de 200 ºC, y se coloca una bandeja para el horno en la mitad.
Se colocan las remolachas partidas por la mitad sobre la bandeja y se le añade 1 cucharada de aceite de oliva y sal y pimienta al gusto. Se introducen hasta que estén tiernas, unos 25 a 30 minutos.
Para preparar la ensalada, se ponen las lentejas y el agua en una olla mediana junto con un pellizco grande de sal. Se tapa la olla y se deja que hiervan a fuego lento durante 30-35 minutos. Lo ideal es dejar que las lentejas queden al dente, que no estén duras, pero tampoco blandas.
Se escurren las lentejas y se dejan reservadas para que enfríen a temperatura ambiente.
Mientras tanto, se calientan 3 cucharadas de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio hasta que esté brillante. Se añade la cebolla picada y se sofríe, revolviendo ocasionalmente, hasta que la cebolla esté de color dorado, unos 15 minutos.
Se trocea la remolacha y se añade a la sartén para que se cocine, revolviendo hasta que ablande, unos 8 minutos más. Se salpimenta al gusto y se retira del fuego.
Cuando la remolacha esté lo suficientemente fría como para manejarla, se pela y corta en dados. Se mezclan las verduras con las lentejas en un bol grande.
Para elaborar la salsa, se mezcla en un bol mediano la mostaza, el vinagre, la miel, la sal y la pimienta negra al gusto. Cuando está mezclado todo, se vierte en un hilo el aceite, mientras que se va batiendo todo hasta que quede homogéneo. Se añade el eneldo y se vuelve a mezclar.
Se vierte la salsa en la ensalada y se mezcla todo para que se reparta uniformemente. Se espolvorea el queso feta desmenuzado sobre la parte superior.
Solo queda freír los huevos. Se calientan 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén y se rompe el huevo encima para que se cocine hasta que las yemas de huevo se vuelvan opacas, unos 4 minutos.
Utilizando una espátula fina, se transfieren los huevos encima de la ensalada y se sirve de inmediato.
La coliflor es una verdura muy necesaria en nuestra dieta, pero a veces resulta muy aburrida y sosa. No tendremos ese problema si lo combinamos con una salsa muy sabrosa e ingredientes de calidad, como es el caso de almejas y gambas.
La ensaladilla rusa es uno de los platos más socorridos que pueden hacerse con patatas y que gusta todo el mundo, especialmente durante la temporada de verano dado que es un plato que se come frío. Es un plato perfecto para llevar, por ejemplo, a una barbacoa. Por eso, si aún no tienes la tuya, en la página Todo Barbacoa tienes varias opciones muy interesantes.
Es una elaboración que tiene un gran aporte calórico, por lo que hay que ser comedidos cuando la comamos dado que la mayonesa es lo que hace que tenga tantas calorías.