No todos los pasteles son dulces. También hay salados, y están igual de buenos. Quizás no sean tan exóticos como estas fajitas mexicanas, pero están muy ricos. Elige el que más te gusta entre estas 3 recetas.
Pastel de champiñones
Ingredientes:
Indicaciones:
Precalentamos el horno a 200º C con calor por arriba y por abajo.
En una sartén ponemos a derretir 1 cucharada de mantequilla, añadimos los champiñones laminados, el zumo de limón y el perejil picado, y dejamos que se saltee durante 6 minutos, hasta que se empiecen a dorar.
Por otro lado, mezclamos los huevos en un bol junto con la nata líquida y la mostaza. Lo sazonamos con sal y pimienta negra a nuestro gusto.
Engrasamos un molde para tartas con la cuchara de mantequilla restante, ponemos los champiñones esparcidos, y vertemos encima la mezcla líquida.
Lo introducimos en el horno calentado durante 20-30 minutos, hasta que la superficie empiece a dorase y esté cuajado. Podemos comprobarlo pinchando un palillo en el centro.
Lo sacamos y servimos.
Pastel de calabacines con gambas
Ingredientes:
Indicaciones:
Precalentamos el horno a 200ºC, con calor por arriba y por abajo.
Pelamos el calabacín y lo troceamos en rodajas finas. Calentamos una sartén y derretimos 2 cucharadas de mantequilla. Añadimos los calabacines y el agua y dejamos que se cocinen durante unos minutos, hasta que estén tierno.
Pelamos las gambas y las lavamos bien. Engrasamos un molde rectangular con mantequilla y ponemos en la base los calabacines escurridos, alternándolos con las gambas peladas.
En un bol, mezclamos la nata, los huevos y el queso rallado. Lo sazonamos y añadimos unas vueltas de pimienta negra y nuez moscada. Hay que batirlo bien para que todos los ingredientes se distribuyan bien.
Vertemos la mezcla sobre los calabacines y las gambas, y lo metemos en el horno durante 40 minutos, hasta que esté bien cuajado. Se saca y se sirve caliente.
Pastel de patata
Ingredientes:
Indicaciones:
Precalentamos el horno a 200ºC con calor por arriba y por abajo.
Pelamos las patatas y las lavamos bien. Las cocemos en agua con sal hasta que estén cocidas, unos 25 minutos. Las escurrimos y las trituramos, o las pasamos por el pasapurés. A este puré le añadimos los huevos, 1 cucharada de mantequilla, y un poco de sal.
Lo mezclamos todo bien para que todos los ingredientes queden homogéneos y lo vertemos en un molde redondo para tartas de unos 20 cm de diámetro que previamente habremos engrasado.
Lo metemos en el horno durante 30-40 minutos. Mientras tanto, preparamos una bechamel. Ponemos a calentar una cucharada de mantequilla en un cazo y añadimos 2 cucharadas de harina. Lo removemos bien hasta que desaparezcan los grumos. Poco a poco, vamos añadiendo la leche caliente a la vez que lo removemos para que no se formen grumos.
Cuando coja consistencia, apagamos el fuego y lo sazonamos. Una vez que el pastel esté dorado por la superficie, lo retiramos y servimos acompañado de dos salsas, la bechamel y la salsa de tomate.